Mi camino entre cifras… y algo más profundo

Desde que acabé mi Diplomatura de Empresariales en Cáceres, empecé a relacionarme con los números, trabajando en empresa, banca, incluso dando clases particulares. Luego vino mi etapa en las islas, donde pasé desde contable a Directora Financiera.

Siempre rodeada de cifras, balances, presupuestos…

El lenguaje financiero pasó a formar parte de mi vocabulario. Sin embargo, nunca me percaté de todo lo emocional que había detrás de ello. Por más que los entendía o ayudaba a otros, había algo que me irritaba y no entendía bien qué era, pero no me hacía sentir en paz…


Una nueva mirada: el dinero no basta

Hasta que, tras mi certificación como Coach, empecé a observar todo desde otro prisma y comprendí algo esencial:
el dinero no basta para sentir bienestar si no está alineado con quién eres, lo que valoras y lo que verdaderamente deseas.

Hoy quiero hablarte de eso que no aparece en las hojas de Excel: el bienestar financiero profundo, ese que no depende de cuánto ganas, sino de cómo te relacionas con el dinero y contigo.


El error más común: creer que el dinero es el fin

Nos han enseñado que el éxito económico es tener más, llegar a ciertos hitos: comprar una casa, alcanzar ingresos altos, ahorrar “lo suficiente”…

Pero, siento deciros, ¡que estamos equivocadas/os!

Muchas personas van cumpliendo esos hitos y, aun así, siguen sintiendo ansiedad, escasez, presión o culpa.


Entonces… ¿qué es el verdadero bienestar financiero?

A mí me gusta definirlo como:

La capacidad de tomar decisiones económicas en coherencia con tus valores, desde la conciencia y no desde el miedo.

Desde quiénes queremos ser con nuestras finanzas y no desde lo que nos han contado que es.

No se trata solo de “gestionar mejor tu dinero”, sino de transformar la relación emocional que tienes con él.


¿Cómo se siente el bienestar financiero?

  • Sentirte libre para elegir sin culpa ni angustia

  • Saber en qué gastas y por qué, con claridad y propósito

  • Construir una planificación que respete tus prioridades y tu ritmo

  • Confiar en ti y en tus decisiones, sin necesidad de validación externa

  • Disfrutar del presente sin hipotecar el futuro


¿Cómo saber si estás lejos o cerca de ese bienestar?

Te invito a hacerte estas preguntas poderosas:

  • ¿El dinero es fuente de tranquilidad o de tensión en mi vida?

  • ¿Me siento en control o más bien a la deriva con mis decisiones económicas?

  • ¿Ahorro desde el miedo o desde la planificación y objetivos?

  • ¿Consumo acorde con lo que valoro?

Si estas preguntas remueven algo dentro de ti, estás en el lugar correcto.


Los tres pilares del bienestar financiero real

🔹 CONCIENCIA

Identificar patrones, creencias y emociones asociadas al dinero. Reconocer qué historias del pasado te están guiando hoy sin que lo sepas.

🔹 COHERENCIA

Diseñar una vida económica que refleje quién eres. Esto incluye cómo trabajas, cómo inviertes tu tiempo y tu energía.

🔹 CONFIANZA

Tomar decisiones sin miedo, con seguridad interna. No es saberlo todo, es dejar de dudar de ti constantemente.


¿Qué pasa cuando alcanzas este tipo de bienestar?

  • Tienes una relación más ligera y sana con el dinero

  • Te abres a nuevas posibilidades (cambios profesionales, viajes, emprendimientos)

  • Dejas de compararte

  • Tu liderazgo florece: tomas decisiones con claridad y presencia

👉 En resumen: el dinero deja de ser una carga, y se convierte en un aliado.


¿Te gustaría empezar ese camino?

Te propongo algo simple pero poderoso:
elige una creencia limitante que tengas sobre el dinero y cuestiónala esta semana. Escríbela, obsérvala, desafíala.

Y si quieres trabajar de forma más profunda tu relación financiera, personal y profesional, estaré encantada de acompañarte.

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